No podría vivir sin música
Si no existiese
la música, evidentemente podríamos vivir, pero ya que la hemos experimentado,
como decía Friedrich Nietzsche la vida
sin música sería un error. Recuerdo que la primera vez que colgué un póster
en mi habitación era de Los 40 Principales y ponía sería imposible vivir sin música. Para mí, es así. La música es una
gran acompañante. La música es terapia. La música es libertad. La música es
arte. La música une. La música es alegría. La música es color. La música es
valiente. La música es brillante. La música es elegante. La música es calor. La
música es interesante. La música es transparente. La música es salud. La música es vida. Podría estar mil
horas describiendo que significa o me transmite la música, porqué cada
sentimiento, cada momento, cada instante tiene música. Porqué la música es infinita.
Existen muchos
géneros musicales, ya que la música ha evolucionado a lo largo del tiempo e
incluso cada cultura ha desarrollado sus propios estilos musicales. Si me
dijeran que tengo que escoger un estilo de música lo tendría muy complicado.
Porque cada estilo tiene su momento, y cada momento sensaciones y emociones. En
mi biblioteca musical hay de todo; pop, rock, flamenco, latino, clásica, instrumental,
country, lounge, R&B, house, salsa… porque escucho en cada momento lo que
me pide el corazón.
Imagínate una
boda sin música. Una película, un anuncio, un videojuego, una tienda, una discoteca sin música. Parece
que no puede ser posible, ¿verdad? Casi no nos lo podemos ni imaginar. La
música nos acompaña más de lo que imaginamos. La música te ayuda a entender el
mensaje. Casi todo lo que nos rodea está acompañado de una melodía. Y muchas
veces a lo mejor no nos damos cuenta que esta, pero si no está sí que echas de
menos alguna cosa. Seguro que alguna vez al entrar en un lugar te has
sorprendido por el silencio que hay. A lo mejor no eres consciente de lo que hace
que te sientas así, pero notas que el silencio es una barrera. El silencio
muchas veces es frio, distante. La música da calor, cercanía. Incluso cuando
nos hacen un masaje no hay silencio. Hay música.
Cuando escuchas
una canción que te gusta, ¿no notas que tu estado anímico cambia?, te pones
alegre, contento, incluso a lo mejor te entran ganas de bailar y cantar. A mí
sí me pasa. Y me encanta. A veces, incluso, escucho una canción diez o más
veces seguidas. Suerte que ahora con iTunes,
YouTube, Spotify… no se rayan las
canciones de los CDs como antes, porque los tendría todos rayados de tantos repeats que pongo. A veces entro en un
bucle que casi no me doy ni cuenta. De golpe digo… pero ¿cuantas veces he
escuchado esta canción?, ¿Mil? J
La música tiene la capacidad de hacer que te olvides de
todo, o pensar todo el rato en lo mismo. Me entendéis a
lo que me refiero ¿verdad? Dependiendo del estado de ánimo que tengas en aquel
momento tendrás un sentimiento u otro. Dicho de otra manera, las canciones te
potencian el estado de ánimo que tengas cuando las escuchas: alegría,
felicidad, amor, tristeza…
Los cantantes expresan
con sus canciones todo lo que tienen dentro. Pueden liberar muchas emociones, y
lo más importante es que cantando ellos sienten pero, hacen sentir. Y muchas
veces lo que nosotros no sabemos cómo expresar ellos nos lo expresan con sus
canciones. Los que me conocéis ya sabéis que soy fan de David Bustamante. Una de las cosas que más me gusta de él es la
pasión que transmite cuando canta. Cuando lo ves en el escenario esta
motivación que expresa te la transmite a ti. Yo no sé cómo terminará él sus
conciertos, que sensación tendrá, pero yo sí que sé que cuando salgo de ellos
estoy cargada de energía positiva. Y no es sólo por haberlo visto, sino por todos
los sentimientos que hace llegar. Así pues también podríamos decir, también,
que la música da placer.
El año pasado,
con algunos compañeros de trabajo y otros de fuera del trabajo, quedábamos muchos
viernes por la tarde en la casa de uno de ellos y “cantábamos”. Tres saben
tocar el bajo, la guitarra, y uno de ellos es cantante. Pues bien, teníamos un
listado de canciones con las letras. Muchas conocidas, otras no tanto. Nos
pasaba la tarde que no nos enterábamos. Muchos viernes se alargaba la tarde
hasta la noche. Era divertidísimo. Nos lo pasábamos genial. Esto nos unió mucho,
ya que lo único que pretendíamos era pasarlo bien. Echo de menos estos momentos
la verdad. Y tengo que decir que algunas de las canciones que ahora tengo en
mis favoritas me gustan a raíz de gritarla con todos ellos, cómo por ejemplo Cadillac
Solitario de Loquillo. Imaginaos diez personas gritando esta canción (no puedo decir cantando ya que sería ofender
a los que sí que cantan). Había todo tipo de canciones, de muchos estilos y
de muchos años. Para mí, creo que eran los únicos instantes de desconexión con
el mundo.
¿Alguna vez has
pensado todas las canciones que te sabes de memoria? No voy a hablar de esto
porque este post no se terminaría nunca y se merece uno sólo hablando de esto,
pero sólo piensa un momento en la cantidad de canciones que tienes memorizadas
en tu cerebro. Yo creo que es de lo que más tengo en mi memoria.
Se han hecho
muchos estudios de cómo la música afecta a nuestro cerebro. Existe incluso la psicología
de la música que es el estudio de la fuerza emocional que ejerce la música en
el comportamiento de las personas en cualquier etapa de la vida. (Si estáis
interesados en saber más del tema os dejo el link. Incluso los latidos del corazón se
sincronizan al ritmo de la música.
Y para terminar,
una frase de Víctor Hugo que dice la
música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras y no puede quedar
en el silencio. Porque como decía Magdalena Martínez la música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón.
Viva la música! Que la música siempre nos acompañe.
Mmm…Reafirmo que
no podría vivir sin música.
¿Y tú?
Gracias, gracias
y gracias. Feliz semana y hasta el jueves!
Coral💋
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