El Disco Duro que no falla
Por
segunda vez en dos años me he quedado a cero. Hace dos años, tenía todas las fotografías
de viajes, de familia, de aniversarios, trabajos de la universidad, apuntes,
todo… guardado únicamente en un disco duro portátil. Este se me cayó una única vez en el suelo y dejó de
funcionar. Los técnicos de la marca me dijeron que solo hace falta una única
vez si cae con la mala pata por el sitio que puede dañarse. Les creí pero desesperé.
Se lo comenté a mi compañero informático de donde trabajaba entonces, que
intentó arreglármelo. No obstante no pudo. Se había dañado el disco duro y él
no podía hacer nada. Tuve que enviarlo a una empresa de recuperación de datos.
Me hicieron el análisis y me pasaron presupuesto. Me costó casi lo que ganaba
en un mes. Pero hice el sacrificio y lo pagué porque necesitaba toda la
información que había dentro. O esto es lo que yo creía.
Me
recuperaron no más del 60% de datos. Me enviaron toda la documentación, fotos…
en un nuevo disco duro portátil. Todo en menos de dos semanas. El servicio de
esta empresa impecable, no obstante estás en sus manos. Pagarías lo que fuera
ya que te piensas que necesitas lo que has perdido. Y como ellos lo saben, pues
desde mi punto de vista, abusan de esto. Yo no tengo ni idea, pero hablando del
tema, todos los informáticos me han dicho que es abusivo. No lo sé. Yo solo
sabía que quería recuperarlo. Hubiese hecho un crédito si hubiese sido
necesario. Me sentía bacía. Triste. Apenada. Tuve una sensación de perdida y
pérdida muy fuerte.
Al
recibir este nuevo disco duro, pensé que a partir de aquel momento todo lo
tendría guardado por duplicado; en la nube y en otro disco duro.
Pasaron
dos años, y ¿sabéis que me ha pasado?
Que
no he colgado absolutamente nada en la nube (no me acostumbro y es más lento que en un pen para mi). Puse todo
en otro disco duro portátil de la misma marca (ya que es con el que me enviaron
la documentación recuperada). He estado cuidándole como si fuese de porcelana y
CON OTRA UNA ÚNICA SOLA VEZ que me
ha vuelto a caer, he vuelto a quedarme con absolutamente nada. Cuando me pasó
no podía creerlo. Ya no me creo que haya tenido tanta mala pata que dos discos
duros de la misma marca, me hayan caído una sola vez y se hayan dañado para
siempre.
No
voy a mencionar la marca pero evidentemente nunca más tendré nada de ellos. Tengo
otros pens, discos duros, etc… de otras marcas desde hace años y solo me ha
pasado con estos en concreto. Así que lamentándolo mucho, y teniendo en cuenta
los avances en las tecnologías, si hacemos cosas de calidad, con una única vez
no tendría que dañarse. No estamos hablando de vasos ni platos.
Decidí
que por ahora no voy a contratar otra vez el servicio de recuperación de datos.
Y
a lo mejor os preguntareis ¿Por qué?
Pues
a raíz de todo lo que me ha pasado últimamente y de cómo estoy viviendo la vida
desde hace meses el análisis que he hecho de todo esto es el siguiente:
*Aunque
diga que no me fio de la marca de este disco duro (que no me fio) la culpa es mía. Hace dos años me pasó lo
mismo y durante todo este tiempo no he hecho copias de seguridad de nada. Con
lo que no había aprendido la lección. Por eso se ha repetido exactamente lo
mismo. ¿Seguro que algún momento en dos años habré tenido, no? El único
análisis (en pasado) de esto, es que esta era la lección que tenía que
aprender. Lo que quiero mantener lo tengo que guardar en dos (o más) sistemas
diferentes.
*¿Será que todos estos datos, a lo mejor, no los
necesito en mí vida? Durante estos dos años, lo que he hecho es añadir
más datos a los que tenía. Nunca en estos dos años he consultado nada de lo
antiguo. Muchas cosas las guardas por si acaso algún día las necesitas.
Y
sí, que es curioso, también, que cuando más he hecho, más datos he añadido, ha
sido estos últimos meses. Ahora tengo que volverlo a empezar. Para que os
hagáis una idea. Cuando estudiábamos y teníamos que hacer un trabajo, seguro
que alguna vez, ¿estabais a punto de finalizar y se marchaba la luz o se colgaba
el ordenador y se borraba todo? ¿Y teníais que volver a empezar? Así es como
estoy yo. En el punto de partida, pero con una ventaja.
Tenía
cosas empezadas, empezadas y acabadas… que todas ellas, o las que realmente
decida, tengo que volver a crear. Pero lejos de tener pereza para volver a
hacerlo, ahora tengo que hacerlo mejor. Tengo que crear la versión mejorada de lo que
en su día hice. La ventaja es que la idea ya está en mi cabeza. Ahora parto
del punto de partida dos.
Así
es como lo he aceptado. Me lo he tomado como un reto. Por un lado realmente no
necesitaba lo que tenía, y por otro que lo que quiera volver a tener, lo haré
mejor.
Pienso
que esto nos lo podríamos aplicar siempre y en cualquier hecho de la vida. Lo primero es aceptar la situación y lo segundo es pensar que hacer para
continuar. Yo, nunca me pregunto lamentándome “el porqué a mí”. ¿Por qué a
mí me ha pasado esto? Yo, siempre me digo. Me ha pasado. Vale. No se puede
volver atrás. Vale. Lo acepto. Vale. Y la única pregunta que me hago es ¿Qué voy a hacer ahora para seguir?
La
primera vez que me dijeron que había perdido todos los datos lo pasé realmente
mal. Estuve algunos días que me costaba dormir. Incluso llorando.
Ahora,
se ha repetido la historia. Pero lo que no se ha repetido es mis sentimientos a
todo esto, ya han sido completamente diferentes. No es una actitud de
pasotismo. Es una actitud de aceptación. El pilar, para mí, de absolutamente
todo. ACEPTAR.
Otro
de los puntos en el análisis ha sido el de *Las
fotografías que son irrepetibles. Esto es lo que peor llevo. Porque muchas
de ellas no las puedo volver a hacer, ni mejorar. Haber perdido todas las
fotografías que tenía con personas que a día de hoy ya no están. Este punto es
el que más pena me da. Pero a los días hice el mismo pensamiento. ACEPTAR Y
RECORDAR. Como dice la frase lo que se
recuerda siempre vive. Para eso tenemos la memoria, ¿no? Por muchos discos
duros que tenga, por muchos datos que me recuperen, la que no fallará, por
ahora, será mi memoria. Y si llega algún día que esta también falla, con una
fotografía tampoco volverá (ni mi memoria ni la persona).
Y
así es como di la vuelta de 180º a un problemón hecho de mi vida.
Para
terminar, deciros que la mejor lección que he aprendido de todo esto es que, a
partir de ahora, el mejor disco duro que
voy a almacenar datos será el de mi cabeza, el de mi memoria, el de mis
sentimientos… y claro que voy a guardar lo que genere a partir de ahora en pens,
no obstante, voy a guardar lo que crea únicamente necesario.
Gracias, gracias y gracias. ¡Feliz semana y
hasta el jueves! ¡Hazte feliz y no guardes en tu mente lo que no necesites!
Coral💋
*
Hoy no hay fotos. No las tengo. Debo empezar de cero ;) o si quieres,
búscalas en tu disco duro mental. Seguro que encuentras miles.
Pase por una situación similar y me vi en la necesidad de tener que acudir a una empresa de recuperacion de datos profesional para poder recuperar mis videos familiares
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