Happiseta Happy Kid
Esta happiseta me hacía especial ilusión ya que desde hace 19 meses tengo una “happy kid” (sobrinita) en mi vida. Es la primera pequeña campeona de la familia y como os podéis imaginar o saber, si es que tenéis pequeños campeones cerca, un niño es lo mejor que puede pasarte en la vida. Así que esta happiseta va dedicada a todos ellos. Porqué siendo los más pequeños te dan lo más grande: AMOR, FELICIDAD, ALEGRIA… y V I D A. Nos regalan vida.
Ilusiones, sueños, bondad, transparencia, energía, sinceridad…, el mundo se para cuando estamos con ellos. Y no. Desde hace 19 meses que no me quedo sin palabras para hablar de los más pequeños. Me faltan letras para crear palabras que expresen lo que nos hacen sentir. Su sonrisa ilumina nuestras vidas. Porque cuando tienes un pequeño grande campeón en casa descubres otros significados de amor, de felicidad, de alegría, de paz. Creo que descubrimos los verdaderos significados de estas y muchas otras palabras. Como dice Anne Lamott “hay lugares en el corazón que no los descubres hasta que amas a un niño”.
Desde hace 16 meses que pienso como es la forma correcta para educar a un niño. ¿Cuál es la fórmula ideal?, ¿cuál es el secreto?, ¿qué es lo mejor? Me preocupa mucho el futuro de mi sobrina y de todos los pequeños. Porque no, no soy la tía que lo consiente todo y dejo la educación a los padres. No. Porque desde mi punto de vista esto no es hacerle ningún favor. Ni a los niños ni a los padres. Es una persona que me importa así que lo que hago es ayudarla, junto a sus padres, abuelos… a enseñarle los medios para confeccionarle unas alas más fuertes.
Porque nuestros primeros años de vida son cruciales. Pensemos un momento, por ejemplo, todo lo que se aprende en nuestros dos primeros años de vida. Aprendemos a caminar, a hablar, a reír, a llorar… y durante años somos felices. Y conseguimos todo esto y mucho más porque nunca nos hemos planteado que no es posible no conseguir una cosa. Avanzamos fuertes hasta que nos empiezan a cortar las alas. Por eso, es muy importante que cuando somos pequeños nos enseñen a ser fuertes, valientes… y a querernos. A querernos mucho. A mimarnos, a abrazarnos, porque nacer, nacemos todos felices.
De pequeños no tenemos necesidad de más. Jugamos con una piedra, una pinza de ropa, con nuestros perros… somos felices, entre otras cosas, porque lo único que importa es estar con las personas que nos quieren; padres, abuelos, tíos… para un niño lo más importante es sentirse querido. Sentir que te tienen a su lado. Y amor. Mucho amor. Abrazos. Besos. Mimitos. Cantar. Bailar. Y necesitan compartirlo. Necesitan compartirlo contigo. Porque te quieren. Porque les quieres. Y si les prestamos atención, cuando sean mayores lo más cerca que van a llegar es a la luna.
Y sí. También quiero decir que he encontrado una cosa imposible. Es imposible quererlos más. Es imposible querer más a nuestros hijos. Es imposible querer más a nuestros sobrinos. Es imposible querer más a los más pequeños. Porque cuando están todo es alegría. Y si ellos son felices, nosotros lo somos más. Es imposible no sentir felicidad cuando ves a un niño sonreír.
Y a las preguntas que me hago, a la forma correcta para educar a un niño, la fórmula ideal, el secreto… mi respuesta es:
Ojalá,
pequeño campeón
nunca dejes de ser un happy kid.
Nunca dejes de bailar,
de cantar,
de caer y volver a levantarte,
de reír,
de jugar,
de aprender,
de sorprender,
de curiosear,
porque la vida
no es de color de rosa,
pero es igual de importante llorar que ser capaz de secarte las lágrimas, porque te haces más fuerte cuando te levantas de un tropezón,
y si aprendes a sacarle a todo una sonrisa,
no habrá herida que deje huella en tu corazón.
Por esto, entre todos, debemos hacer que nuestros pequeños sean siempre un HAPPY KID. Debemos mostrarles, facilitarles, darles ejemplo de los ingredientes de vida. De los valores positivos.
Y así, educándoles desde la felicidad no habrá nadie ni nada que los pare. Son el futuro y el futuro empieza con lo que les enseñes hoy.
LINK WEB www.coraliness.com
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