Happiseta Hug Me


Esta happiseta está dedicada a todas aquellas personas a las que les gusta abrazar y ser abrazados, con abrazos de verdad. No el tipo de abrazo de dar un par de palmaditas en la espalda. No. Me refiero a los abrazos que llenan. Que llenan de amor, de energía y de paz. Los abrazos que incluso pueden dolerte si aprietas mucho. Los abrazos que dejan huella. Aquellos abrazos en los que quien abraza es el corazón. Los abrazos de “hasta pronto”. Los abrazos de bienvenida. Los abrazos de no hace falta decir ni una palabra, porque con un abrazo lo decimos todo.  Abrazos que alivian. Abrazos que protegen. Abrazos que dan seguridad. Abrazos que paralizan el tiempo. Abrazos que nos dan seguridad.

Abrazos hogar.

Abrazos que dicen lo que no nos atrevemos a pronunciar con palabras.

A mí, personalmente, me encanta abrazar. Y pensándolo, no sé qué me gusta más: que me abracen o abrazar.  En realidad, da igual. La energía que se desprende de un abrazo es recíproca. Y es buena. Porque no nos abrazamos con todo el mundo. Sólo nos abrazamos con quienes queremos hacerlo de verdad.

Yo no abrazo a todo el mundo. Y no me gusta que me abrace todo del mundo. Y no a todos les gustaría ser abrazados por mí. Abrazarse es entrar en la zona íntima de uno. Es ocupar hasta los 45 centímetros alrededor de nosotros.  Es ocupar nuestro espacio, con lo que en ocasiones puede incluso provocar el efecto contrario al deseado. Pero no vamos ha centrarnos en esto. Vamos a pensar, por ejemplo…

…¿en los abrazos de los más pequeños? Cuando un pequeñajo se acerca corriendo y te da un abrazo… ¡Qué bonita sensación! ¿Verdad? Qué amor tan puro. ¡Qué abrazo tan SINCERO! Qué auténtica declaración de amor. El mejor abrazo, sin duda. Es el abrazo que llena más de energía. Pura, limpia. Y se la devuelves igual. Cargadísima.

Por este motivo esta happiseta se ha hecho para todos. Porque aparte de darnos sensaciones positivas, un abrazo puede aportarnos beneficios para nuestra salud según estudios científicos realizados. Por ejemplo: reduce la presión sanguínea (los receptores de la piel mandan señales a nuestro cerebro), fortalece las defensas (estimula la producción de glóbulos rojos), nos tranquiliza, nos da calma y placer (liberamos dopamina y serotonina), protege el corazón (aumenta los niveles de oxitocina)…

Algunos neurólogos consideran que necesitamos 14 abrazos (de los de verdad) cada día y que duren un mínimo de 20 segundos cada uno para tener las necesidades afectivas básicas cubiertas…

¡Abrazar es un arte!, según la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Además, un abrazo siempre termina en una sonrisa. Y todos tenemos personas favoritas con quien queremos abrazarnos. Siempre. ¿Verdad?

Así que,

simplemente, abraza.

Muchas gracias
Coral

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