será que soy demasiado normal


Querido diario,

Será que soy demasiado normal...
…será que soy demasiado exigente.

Cada año en mi lista de propósitos está el de encontrar pareja. Cada año lo escribo de nuevo. Una y otra vez. Cada año fiel a mi propósito.

Llega fin de año, otra vez, y otra vez, tendré que poner “encontrar pareja”. “Eres demasiado exigente” me decían hace años. “Seguro que le pides peras al olmo”, me decían. Me quedaba pensativa y venía a mi cabeza…
Querer compartir la vida con alguien que te quiera como tú lo quieres, ¿es ser demasiado exigente?, querer encontrar a alguien con quien compartir la vida a partes iguales, ¿es ser demasiado exigente?, querer encontrar a alguien con quien le gusten aficiones similares a ti o viceversa, ¿es ser demasiado exigente?, querer enseñar y que te enseñen, ¿es ser demasiado exigentes?, mirarnos fijamente a los ojos y entendernos, ¿es ser demasiado exigente?, prepararnos la cena, un día tú otro día también (no me gusta cocinar), ¿es ser demasiado exigente?, querer aprender a cocinar para alguien, ¿es ser demasiado exigente?, reírnos con sólo mirarnos, ¿es ser demasiado exigente?, cuidarnos el uno al otro como si fuésemos uno, ¿es ser demasiado exigente?, que no me quieran más que a su vida ni yo más que la mía, porque para cada uno lo más importante es la vida de uno mismo, ¿es ser demasiado exigente?, tirar del carro con cuatro manos, ¿es ser demasiado exigente?, compartir viajes, alegrías, risas, llantos, penas, ¿es ser demasiado exigente?, no estar de acuerdo de vez en cuando, ¿es ser demasiado exigente?, querer formar una familia, ¿es ser demasiado exigente?, corregir errores, ¿es ser demasiado exigente?, mimarlo y que me mimen, ¿es ser demasiado exigente?...

No quiero que me quieran más que a su vida. Y no quiero querer más que mi vida. Lo más importante que tenemos somos nosotros mismos. Sólo quiero alguien con quien compartir sus alegrías y sus penas. Mis alegrías y mis penas. Aprender a cocinar. Quedarnos tumbados en el sofá toda una tarde. Mirando una película, o no. Hablarnos. Cantarnos. Bailarnos. Escucharnos. Y quiero que me acompañe al concierto de mi cantante favorito aunque no le guste. Y yo, quiero acompañarlo también, adonde él le guste y a mi no.     
Mirarlo desde lejos e imaginarme una vida juntos para siempre. Porque sí, aunque no lo haya encontrado, creo en el amor feliz para siempre. Creo en el amor verdadero. Creo en el amor de las películas, de las series… porque ¿la realidad no superaba a la ficción?



Querido diario,
¿Será que soy demasiado normal?
o
¿será que soy demasiado exigente?

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