¡Me quedo en casa!

No sé ni por dónde empezar. Y no sé qué tono utilizar. No quiero ser maleducada, insultante ni ofender a nadie, pero es que ESTOY UN POCO HARTA DEL COMPORTAMIENTO de según quién. Voy a intentar no usar malas palabras, aunque en nuestro país o se habla mal, o se multa, o se sanciona… o algunos parece que no entienden las cosas.

En un principio podríamos decir que estamos todos en la misma situación. CONFINADOS. EN NUESTRAS CASAS. SALIENDO A LA CALLE SÓLO PARA COSAS IMPRESCINDIBLES. Que estamos todos hasta los mismísimos de todo esto. Yo también quiero salir de casa. Quiero ir a pasear. Quiero besar a mi sobrina. Quiero saber que soy libre y que puedo ir y hacer lo que me apetezca. Yo también me siento prisionera. Pero ojalá muchas más condenas fueran quedarse en casa. Llevo, a día de hoy (21.03.20), 7 días de confinamiento. Y si pienso en lo que hice el día antes de quedarme en casa lo veo como si hiciera años de aquello.  

Pero debo decir, también, que estoy descubriendo cosas maravillosas estos días. Cosas maravillosas de mi misma, de mis vecinos, de mis amigos, de mi familia… estos días me están enseñando tanto, tanto, tanto que incluso doy las gracias.
Una de las cosas que más me está enseñando todo esto es que ahora se a quién quiero de verdad en mi vida y quién pensaba que me quería en la suya, pero he visto que no. Con lo que he decidido que sólo voy a quedarme con quien me quiera en su vida igual que yo los quiero en la mía. Porque no tengo espacio para más.   



Pero, pensándolo bien, no estamos todos en la misma situación. Los que salen a la calle saltándose el confinamiento están muy bien. Si estuvieran enfermos, por ejemplo, estarían en el hospital. ¡Espera! No, a lo mejor no. Porque en los hospitales faltan camas, mascarillas, respiradores, médicos,… y como tú te has puesto malito porque has salido a la calle saltándote el confinamiento (esto sería en el mejor de los casos, porque lo más grabe sería que tu con tus paseos vayas paseando también el virus), ¿qué tal si ahora alguien se salta el protocolo y te manda a tu casa? Vamos a dejar las camas a aquellos que realmente estén grabes y lo necesiten, ¿no?, ¿Qué crees?, ¿Harán esto?, ¿Se saltarán ellos las normas como te las estas saltando tu?


Y no, tampoco estamos en la misma situación porque se está muriendo gente, se está ahogando gente que no tiene respiradores para poder respirar bien, médicos que no pueden cambiarse el equipo protector porque no hay, enfermeras que terminan su jornada con la cara llena de heridas, policías que tienen síntomas y no les hacen las pruebas, personal de limpieza agotado, gente trabajando más de 10 horas al día (arriesgando su vida por ti) mientras tú te paseas (con lo que significa que tu vida a ti poco te importa, ¿verdad?).  


¡Ei!, ¡pero tu sigue a la tuya, eh! Quién soy yo para decirte qué debes hacer. Sigue paseando por la calle, sigue saliendo a correr, sigue saliendo en bici, sigue cogiendo el coche para irte a tu segunda residencia, sigue quedando con los amigos cada día en una casa diferente, sigue saliendo cada día para comprar el pan, sigue saliendo a pasear el perro 20 horas al día, sigue saliendo a “cuidar” a gente mayor que está sola, sigue, sigue, que vayan muriendo los otros ¿verdad? Como sabes que no van a dejarte desatendid@ cuando enfermes (o tú, o yo, o los tuyos, o los suyos, o ellos…), tú de momento sigue con lo tuyo. A lo mejor ahora diciéndote que salgas a la calle te quedas en casa. Muchos hacéis lo contrario a lo que se dice, así que a lo mejor…  


Y, gracias a que tú sigues con lo tuyo, tus asuntos puede que se conviertan en mis asuntos, o en los asuntos de los míos, y esto me molesta, la verdad. Porque yo, con mis asuntos, y los de los míos, tengo más que suficiente. No quiero sufrir las consecuencias de tus asuntos. Y gracias a que tú vas a la tuya, esto va e irá alargándose. Así que gracias por no quedarte en tu casa. Gracias por no valorar tu vida. Y claro, si no te preocupas por tu vida, Cómo vas a preocuparte por la vida de los demás, ¿verdad?




Dicho esto, (que he intentado ser lo más fina posible, porque si escribiera realmente lo que pienso me cierran las redes) no quiero que quien lea esto se quede con mal sabor de boca, porque precisamente tú que me estás leyendo estoy segura que eres de l@s que se quedan en casa. Así que voy a explicarte, por ejemplo, cosas que hacemos en mi calle y que me parecen bonitas.

Partiendo de la base que no podemos cambiar la situación, que debemos aceptar la realidad que nos toca vivir, no nos queda otra que tomárnoslo con el mejor de los humores. Como digo, llevamos 7 días en casa, los cuales, ahora que lo pienso han pasado muy rápido. Pues bien, todo comenzó con los aplausos de las 20h.

A mi abuela le duelen las manos y cogió dos tapas de las ollas para “aplaudir”. Y lo de dije: “yaya esto no es una cacerolada. Esto es para dar las gracias a todos los que están trabajando incondicionalmente para todos nosotros”. Pero bueno, como le dolían las manos y no podía aplaudir, ella lo hizo así.

A raíz de esto, otros vecinos cogieron también cazuelas, convirtiendo nuestra primera cita del día, la de las 20.00h, en una cita de aplausos con cacerolas. Así que si alguien lo ve por las redes, no es de protesta, es de agradecimiento.

Con todo esto, y teniendo en cuenta que mis vecinas son unas artistas, en la cita de las 20 cada día iba añadiéndose más material hasta tener, a día de hoy: tambores, flautas, grallas, cacerolas y aplausos.

Estamos unos 10 minutos y después cada uno se va a cenar, porque a las 21.30h tenemos otra cita en el balcón. Esta segunda cita es para divertirnos. Ponemos música, bailamos, cantamos, y cada día hacemos una cosa diferente: un día nos disfrazamos, otro nos pasamos un rollo de papel de wc de balcón a balcón (con protección), otro día jugamos al “veo, veo”, otro decidimos decorar las ventanas con flores (para celebrar la primavera), hoy vamos a hacer un bingo… y todo esto acompañado de música, buen humor, alegría, felicidad, responsabilidad, empatía y solidaridad

Y evidentemente, sólo podemos usar cosas que tenemos en casa. Nada de salir para comprar. Durante el día, como la mayoría, ventilamos las casas, y si coincidimos en las ventanas pues hacemos una tertulia. Mi abuela dice que es el mejor momento del día.


Creo que el día más “duro” fue el segundo. El primero aun no sabías demasiado bien qué era lo que estaba pasando. El segundo ya eras un poco más consciente y supongo que teníamos miedo de no saber cómo llenar las horas en casa, etc… pero por mi parte debo decir que tengo el día lleno. No me he hecho ninguna rutina por escrito por horas (la voy a hacer ahora), pero sí que yo desde siempre me hago una lista de tareas que quiero hacer. Por ejemplo, mis días de confinamiento son así:

    
7.00 Despertador (vaya a dormir a la hora que vaya a dormir, siempre me levanto a las 7)
7.00 – 08.00 Desayuno con mi madre y tertulia con ella.
08.00 a 08.30 Dar de comer a los animales que tenemos en casa (conejos, gallinas. Se encargaba mi abuela y después mi madre. Pero ahora están las dos que no pueden, así que me toca a mí)  
08.30 – 09.00 Vestirme
09.00 a 10.30 Entreno, elíptica… (Esto no lo hacía nunca como rutina diaria)
10.30 Ducha
11.30 – 13.00 Coraliness, ordenar, limpiar a fondo…
13.00 – 15.00 Hacer la comida, comer, tertulia
15.00 – 17.00 Coraliness, siesta, libre, leer…
17.00 Video llamadas
18.00 Hora del té (lo hacemos desde dos o tres meses. Mi te; jengibre con limón)
18.30 a 20.00 Coraliness, libre, película, leer, escribir, entrenar…
20.00 Primera cita en el balcón
20.30 Cenar
21.30 Segunda cita en el balcón
22.30 Película, Serie, leer…
¿?¿? Dormir

Repetimos, repetimos, repetimos…




Y… ya han pasado 7 días.
Y… ¿los que nos quedan?
Chi lo sá
Lo único que sé es que debemos seguir juntos en esto.
Porque un mundo mejor, llegará.  



Volveremos a tener UN MUNDO IDEAL.


Os dejo a continuación el vídeo y la letra de la canción de la película Aladdín de Disney, Un mundo ideal. Estos días nuestras vidas son perfectamente de una película. Veremos cuántas versiones se hacen en un futuro.

MUCHAS GRACIAS, 
CORAL




Yo te quiero enseñar un fantástico mundo
Ven princesa y deja a tu corazón soñar
Yo te puedo mostrar cosas maravillosas
Ven princesa y déjate llevar a un mundo ideal
Un mundo ideal, un mundo en el que tú y yo
Podamos decidir, como vivir sin nadie que lo impida
Un mundo ideal, que nunca pude imaginar,
Donde ya comprendí­, que junto a ti
El mundo es un lugar para soñar
Fabulosa visión sentimiento divino
Voy volando contigo hacia un nuevo amanecer
Un mundo ideal, mira bien lo que hay
Allí­ mil cosas voy a ver, conteniendo el aliento
Soy como un haz de luz que lejos va,
Y nunca ya podrá volver, un mundo ideal,
Un horizonte a descubrir
Un mundo para ti, para los dos
Déjate llevar a un mundo ideal
Un mundo ideal, un mundo ideal
Un mundo en el que tú y yo,
Podamos decidir, como vivir
Sin nadie que lo impida
Un mundo ideal, cada vuelta sorpresas
Un horizonte a descubrir, cada instante es un sueño
Un mundo para ti­, para los dos, para ti­,
Para los dos, llévame a donde sueñes tú
Un mundo ideal, un mundo ideal
Que compartir, que compartir
Que alcanzar, que contemplar,
Tu junto a mí­

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